
La Bendicion que no es notada:
Un león encontró a un grupo de gatos conversando:
"voy a devorarlos", pensó.
Pero empezó a sentirse extrañamente calmado y resolvió sentarse con ellos, para prestar atención a la conversación.
"mi buen Dios", dijo uno de los gatos. "¡Rezamos toda la tarde! ¡pedimos que lloviesen ratones del cielo! "¡Hasta ahora nada sucedió!" dijo otro. "¿será que el Señor no existe?"
El cielo permaneció mudo. Y los gatos perdieron la fe.
El león se levantó y siguió su camino, pensando:
"Mira como son las cosas. Yo iba a matar a esos animales, pero Dios me lo impidió. No obstante, ellos dejaron de creer en la gracia divina. Estaban tan preocupados ocupados con lo que les estaba faltando, que ni repararon en la protección que recibieron".